Lima, septiembre 2021.- Vivir con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), un trastorno que ocasiona la inflamación crónica en el tracto digestivo y que engloba a la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn,1 representa un gran reto para las personas que la padecen; debido a que, si no es tratada adecuadamente, impacta de manera significativa el estado emocional del paciente, así como su desempeño laboral, social y académico.2
El Dr. Juan Paredes, médico gastroenterólogo y presidente de la Asociación Para el Estudio de las Enfermedades del Intestino (ASPEIN), señala que en el Perú el diagnóstico tarda entre 12 y 18 meses,2 periodo en el que los síntomas como los dolores abdominales, sangrados digestivos y diarreas incrementan su intensidad y causan recaídas que generan momentos de incomodidad y rechazo en su entorno, por lo que muchos pacientes son propensos a desarrollar depresión, ansiedad y trastornos de pánico.3
“El aparato digestivo se encuentra estrechamente relacionado con el sistema nervioso, por ello, cuando hay una crisis de estrés o ansiedad, los cuadros de diarrea y de otros síntomas se intensifican, lo cual agrava la situación del paciente; de esta manera se entra a un ciclo vicioso entre su estado emocional y físico que impacta todas las esferas de su vida”4, indica el experto.
El Dr. Paredes considera que el acompañamiento psicológico y el soporte familiar son primordiales en el tratamiento médico de la enfermedad, pues contribuyen a brindar estabilidad emocional al paciente y evitan recaídas. “No es lo mismo enfrentar una enfermedad crónica solo, que con la supervisión de un especialista y la ayuda de algún familiar que acompañe en el proceso de aprender a vivir con ella”, comenta.
Así mismo, el especialista resalta que el compromiso del paciente en realizar todos sus controles y terapias es esencial para llevar una vida normal y sin restricciones. “En el caso de pacientes con un estado leve, se recomienda diferentes medicamentos tópicos, orales o corticoides; mientras que, en los casos de mayor complejidad, la terapia biológica es la opción más acertada para mejorar su calidad de vida”.
Finalmente, el Dr. Paredes comparte cinco recomendaciones que los pacientes que padecen colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn deben tener en cuenta para su cuidado: