Las enfermedades gastrointestinales (GI) pueden ser complejas, debilitantes y afectar la vida de quienes las padecen. Durante más de 25 años, Takeda y sus socios colaboradores se enfocaron en mejorar la vida de los pacientes mediante el desarrollo de tratamientos innovadores y programas de apoyo orientados al paciente. Takeda es líder en áreas de gastroenterología que están asociadas, como el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, que comprende la Colitis Ulcerativa y enfermedad de Chron. Nuestra área de I+D está investigando nuevos tratamientos para la enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad celiaca y otras enfermedades del lumen intestinal, trastornos de la motilidad y enfermedades hepáticas.
Enfermedad Inflamatoria Intestinal
La colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC) se caracterizan por la inflamación de la pared del tracto gastrointestinal. La CU afecta al intestino grueso solamente, que incluye el colon y el recto, mientras que la EC puede afectar cualquier parte del tracto digestivo y, predominantemente, el íleon. Las causas que provocan CU y EC se desconocen, aunque se cree que son enfermedades que pueden estar asociadas a la interacción de factores genéticos, inmunológicos y ambientales.
Síndrome de Intestino Corto
El síndrome del intestino corto (SIC) es una enfermedad grave, crónica y poco frecuente que se produce de forma congénita o cuando una gran parte del intestino delgado es removida (extirpada) mediante cirugía. Tras la cirugía, el paciente conservará una porción más pequeña del intestino grueso y/o grueso. La porción de intestino que se conserva puede no lograr absorber la suficiente cantidad de nutrientes que aportan los alimentos y las bebidas. El proceso se define como mala absorción. La mala absorción pone a la persona en peligro de sufrir diarrea, deshidratación, alteración de electrolitos y mala nutrición. Uno de los objetivos del tratamiento del SIC es que la porción de intestino que se conserva recupere su capacidad de absorber nutrientes y no tener que recurrir a la nutrición por vía endovenosa a largo plazo o al trasplante de intestino.